Ejercitarse con frecuencia trae una recompensa visible y tangible en nuestra salud general. Repasemos siete de los múltiples beneficios que obtenemos al dedicar una fracción del día a movernos bajo esquemas de entrenamiento.
La suma de las circunstancias actuales derivadas del confinamiento, los factores ambientales y el estilo de vida, hace que cada vez más esté en aumento los casos de personas que sufren de altos niveles de ansiedad, estrés, depresión, entre otras patologías de salud. Por fortuna, contamos con un paliativo efectivo y a la mano de todos: la actividad física.
Son múltiples los beneficios que la práctica regular de actividades físicas brinda en favor de nuestro bienestar. No solo obtenemos mejoras de las condiciones corporales, la salud psicológica y emocional también se ve positivamente impactada por las diferentes rutinas de ejercicios físicos que incorporamos en nuestra cotidianidad.
Repasemos siete de los múltiples beneficios que obtenemos al dedicar una fracción del día a movernos bajo esquemas de entrenamiento.
1.- Reduce los niveles de estrés y ansiedad
A través del ejercicio físico se logra estar menos estresado al afrontar de manera más resolutiva los factores de tensión. Esto se ve favorecido por una renovación continua de gestión de los pensamientos, lejos del foco del conflicto, lo que permite disponer de un tiempo valioso para analizar y reflexionar.
2.- Mejora el estado de ánimo
Cuando practicamos ejercicio físico de manera regular, el cuerpo segrega sustancias bioquímicas denominadas endorfinas que tienen el poder de reducir el dolor y aumentar el placer. Estas son las responsables de que estemos de buen humor y nos sintamos más felices. La actividad física es aliada de la felicidad.
3.- Alivia los síntomas de la depresión
El ejercitarse sirve de terapia en el sentido de que le permite a la persona tener un espacio propio para conectarse con su interior. Está más que demostrado que es una de las actividades más indicadas por médicos y psicólogos para mejorar tanto la salud Emocional como la salud física.
4.- Combate la adicción
Fomenta que la persona se haga mentalmente más fuerte, por lo que aumenta su resistencia al impulso de beber alcohol, drogas o cualquier otra sustancia adictiva. 5.- Mejora la confianza Ayuda a conocer y a superar nuestros límites mentales. El alcanzar objetivos aumenta nuestra sensación de control y provoca un incremento en nuestra autoconfianza. Es decir, nos prepara para poder afrontar situaciones más complejas.
6.- Mejora la autoestima
Su práctica regular produce cambios a niveles estéticos, lo que promueve una mejora de nuestra imagen corporal. Ejercitarnos favorece la autoimagen y hace que nos sintamos mejor con nuestro físico.
7.- Desarrolla la agudeza mental y la concentración
Las personas que entrenan de manera habitual están más alerta. Dependiendo de la actividad física que realices, el estar en movimiento te obliga a mantener la mente en el “ahora” ejercitándola para enfocarte y concentrarte. Por lo tanto, mejora la resolución de problemas, agudiza la memoria y fortalece la resistencia emocional.
La clave de todo está en practicar actividades físicas diariamente ya que también puede ayudarte a prevenir enfermedades como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardíacas. El ejercicio frecuente te rejuvenece, aumenta tu capacidad mental, mejora tu humor y tu actitud, por lo que aumenta y mejora indudablemente tu calidad de vida.
¡PONTE EN MOVIMIENTO! Desde mi propia experiencia personal y profesional he constatado el resultado positivo que acarrea dedicar al menos media hora al día a ejercitarte y a moverte bajo parámetros seguros, según tu estado físico.
Poco a poco podrás ir aumentando el tiempo hasta crear el hábito de la actividad física y, de esta manera, recibirás los grandes beneficios que te conectarán a una mejor calidad de vida y lograrás disminuir considerablemente los síntomas de las enfermedades vinculadas al sedentarismo. ¡Empieza hoy!
Autor: 𝘽𝙚𝙣𝙞𝙡𝙙𝙖 𝙁𝙚𝙪𝙞𝙡𝙡𝙚𝙗𝙤𝙞𝙨